En el siguiente artículo hablaremos de la importancia de las vacunas en nuestros compañeros perrunos. Haremos hincapié en las vacunas obligatorias como las sugeridas, siendo importantes ya que los protegerán de enfermedades (en algunos casos) mortales para ellos. Para terminar, a modo de ejemplo, expondremos los planes de vacunación recomendados por la WSAVA (Asociación mundial de pequeños animales) tanto para cachorros como para animales adultos (tanto su primo vacunación como la revacunación anual)
Los perros, al igual que los seres humanos, necesitan ser vacunados a fin de poder adquirir inmunidad frente a determinadas enfermedades. Cumplir con la pauta de vacunación recomendada por las organizaciones internacionales es fundamental para garantizar la salud y el bienestar de nuestros animales. Las vacunas no solo protegen a nuestras mascotas, sino también contribuyen a evitar la propagación de ciertas enfermedades, tanto entre otros perros como hacia otras especies (incluyendo al hombre). Son fundamentales a fin de prevenir enfermedades infecciosas potencialmente mortales, tales como rabia, parvovirus, moquillo canino, hepatitis, etc.
En función de la edad y del área geográfica en la que el animal resida, variará el plan vacunal recomendado.
Vacunas obligatorias:
Una vacuna es una preparación destinada a generar inmunidad adquirida contra una enfermedad estimulando la producción de anticuerpos. Normalmente, una vacuna muerta o inactivada contiene fracciones de un agente patógeno (proteínas) o bien, al agente causante de la enfermedad, pero que han modificado genéticamente extrayendo su “porción patógena” sumado a que no pueda causar enfermedad en el individuo.
En Argentina existe una única vacuna obligatoria (Vacuna Antirrábica) que debe ser aplicada en animales mayores a 3 meses de edad. Dicha vacuna es inactivada (es decir, contiene al virus modificado) y es de carácter anual. La rabia es una enfermedad zoonótica (se transmite del animal al hombre) que afecta al sistema nervioso central de todos los mamíferos, donde el hombre entra en dicha categoría. En la gran mayoría de los casos presenta desenlace fatal, donde son los perros y gatos NO VACUNADOS los principales transmisores de la enfermedad, pero también pueden serlo algunos animales silvestres como los murciélagos.
La transmisión se produce hacia las personas a partir de mordeduras o rasguños de animales sin antecedentes de vacunación o bien, de murciélagos que presenten dicha enfermedad. Desde la exposición hasta la presencia de signos clínicos (período de incubación) pueden pasar de semanas a meses. Sus primeros síntomas incluyen debilidad o malestar, fiebre o dolor de cabeza. También puede haber hormigueo, pinchazos u ardor en el sitio de la herida. Los síntomas progresan luego a disfunción cerebral, ansiedad, confusión y agitación. A medida que avanza la enfermedad, la persona puede presentar delirio, comportamiento anormal, alucinaciones, hidrofobia (miedo al agua) e insomnio. El período agudo de la enfermedad generalmente termina después de 2 a 10 días. Una vez que aparecen los signos clínicos de la rabia, la enfermedad casi siempre es mortal.
En los animales, los signos pueden variar. Estos incluyen síntomas inespecíficos tales como signos neurológicos agudos y, en última instancia, la muerte.
La única forma de prevención es vacunando a nuestras mascotas desde los tres años de edad durante toda su vida. En el caso de sufrir una mordedura de un animal, se debe lavar la herida con abundante agua y jabón. No se debe colocar alcohol ni ningún otro desinfectante. Concurrir rápidamente al centro de salud más cercano para ser evaluado por un profesional de la salud. Por otra parte, en caso de encontrar a un murciélago se aconseja no tocarlo. Se debe dar de inmediato aviso al centro de zoonosis más cercano al domicilio para que sea un técnico quien lo retire y envíe al laboratorio para su análisis.
Vacunas sugeridas o recomendadas: Quíntuple y séxtuple
Dichas vacunas no se las considera obligatorias, pero sí fundamentales a fin de prevenir enfermedades infectocontagiosas en nuestros perros. Dichas vacunas contienen agentes tales como Parvovirus, Moquillo, Adenovirus, Parainfluenza y Leptospira (este último agente se encuentra presente solamente en la vacuna séxtuple). Se denominan así debido a la cantidad de agentes presentes (la vacuna quíntuple presenta los agentes anteriormente nombrados salvo Leptospira). Existe una vacuna denominada vacuna Quíntuple con Coronavirus donde a dicha vacuna se le adiciona este agente. Cabe mencionar que no es el mismo coronavirus que afectó a los seres humanos durante la pandemia.
Al igual que con la Rabia, se explica brevemente cada una de estas enfermedades:
Moquillo canino:
El moquillo canino es una enfermedad infecto contagiosa causada por un virus similar al que causa sarampión en las personas. Dicho agente se libera a través de todas las secreciones corporales, y la vía de ingreso es inhalatoria. Los cachorros de entre 6- 12 semanas de edad son los más propensos a sufrir dicha patología, ya que es en este período donde se produce un descenso de los anticuerpos calostrales (maternos), quedando el individuo más expuesto. Los signos clínicos pueden ser de tipo gastrointestinales (vómitos o diarrea), como respiratorios (secreción nasal, ocular, estornudos, tos, dificultad respiratoria) o neurológicos (convulsiones). Otros signos asociados a la enfermedad son la hipertermia (aumento de la temperatura corporal) y la anorexia (inanición). Es por eso que la única forma de prevenir dicha enfermedad (en muchos casos letal) es mediante la vacunación de animales de entre 4 a 8 semanas de edad, con revacunaciones periódicas.
Hepatitis infecciosa canina:
Dicha enfermedad es producida por un virus, donde la infección se produce por vía oro-nasal (respiratoria/digestiva) frente a secreciones contaminadas.
Su período de incubación (desde el contagio hasta la manifestación de signos clínicos) es hasta 7 días, donde en la etapa aguda el animal presenta hipertermia, anorexia, letargia (depresión), vómitos, diarrea, dolor abdominal, aumento de tamaño de ganglios linfáticos (linfadenopatía), hepatomegalia (aumento tamaño hígado) junto con signos neurológicos. En la forma leve el animal se encuentra letárgico, con anorexia, presenta hipertermia transitoria, vómitos, diarrea, dolor abdominal, linfadenopatía, hepatomegalia más signos oculares (inflamación tracto uveal o uveítis).
Nuevamente, su prevención es a base de la vacunación.
Parvovirus canino:
El parvovirus canino se transmite vía fecal- oral, por exposición de animales vulnerables a heces contaminadas. Al inicio de la enfermedad, los animales se encuentran letárgicos, con anorexia e hipertermia que luego evoluciona en 1 o 2 días a vómitos y diarrea hemorrágica. A causa de esto, los animales se deshidratan y pueden morir a causa del desbalance hidro-electrolítico. De aquí radica la importancia de la vacunación.
Coronavirus:
La mayoría de las infecciones por coronavirus son inaparentes (subclínicas), aunque puede ocasionar de manera aguda anorexia, depresión, vómitos y diarrea, a veces con moco y sangre fresca. La mayoría de los perros no presenta hipertermia. Los signos son leves.
Leptospirosis:
Enfermedad zoonótica producida por bacterias (Leptospira), donde su vía de transmisión es a través de la orina (ratas), por vía venérea (sexual), por transferencia materno- fetal, mordiscos o ingestión de tejidos infectados (el microorganismo ingresa a través de la mucosa o piel dañada). Los perros recuperados de la enfermedad pueden excretar a dicha bacteria intermitentemente durante meses hasta 4 años post infección. Los signos clínicos que presentan los animales son hipertermia, uveítis, vómitos, diarrea, hemorragias, tos, dificultad respiratoria, polidipsia/poliuria (aumento consumo de agua y de orina), dolor muscular, hepatomegalia, ictericia (color amarillento de las mucosas).
La vacunación es clave a fin de evitar la muerte del animal y la transmisión al ser humano.
Esquema vacunación recomendado WSAVA:
Cachorros:
A las 6 semanas (45 días)——————– Quíntuple
A las 9 semanas (66 días)——————– Quíntuple
A las 12 semanas (87 días)——————- Séxtuple
A las 15 semanas ( 108 días) —————- Séxtuple
A las 18 semanas (129 días) —————– Antirrábica
Primo-vacunación adultos:
Séxtuple
Séxtuple
Antirrábica
Revacunación anual:
Séxtuple
Antirrábica
Como conclusión, es de vital importancia la consulta veterinaria, ya que las vacunas son ACTOS MÉDICOS donde para que un animal sea vacunado debe estar en un óptimo estado de salud (una vez por año).